martes, 1 de febrero de 2011

Oscuro y profundo carmesí

Capitulo I . El espiral

(Canción para leer este capitulo: Un año de amor de Luz Casal).

http://www.youtube.com/watch?v=DHVpF3iGU1E&feature=related

El tubo del teléfono rojo en su piel bronceada, y su boca de frutilla que comenzaba a temblar, abarcaban todo el cuadro melodramático de aquel mediodía tan pesado y húmedo de un verano seco y lento. Unas cuantas palabras verborragicas retumbaron en el ambiente como una catarata de cuchillos que se caen de la alacena sobre el pecho de alguien, algo así como un -no quiero saber más nada, quiero encerrarme en mi casa y no ver a nadie más-. Eso fue lo que sus oídos escucharon por última vez, esas fueron las palabras del adiós. Y el cruel sonido que devuelve ese desalmado aparato cuando una conversación se corta, subrayando que ya no existe, hizo su aparición. Como si llamara éste a una ambulancia para que viniera a recoger el alma desecha de quien recibe una noticia. El rimel comenzó a decender por su mejilla como un río trágico y funesto. Cuanto más se animaba su corazón a sentir y a asumir la verdad de lo que vendría, más se desbordaba por todo su rostro la humedad de aquellas trágicas lagrimas.
El tubo volvió a su origen y ella, Amanda, no podía permanecer más tiempo parada en ese círculo de desesperación. En ese momento la acción más próxima y el mecanismo más sano de autopreservación era moverse, dar un paso al menos, una señal de vida. Así es que un pie cargado de arrebatos se presentó, luego el otro y otro más.
La luz que entraba por la ventana espejaba la madera de ese piso lustrado y prolijo que Amanda tanto se esmeraba en mantener. Y allí se lucían sus zapatos de tacón, coquetos pero cómodos a la vez que le sentaban tan bien a su porte, la estilizaban y le devolvían un encanto femenino a su andar y a su aspecto tan primaveral y encantador a la vez. Pero esos mismos zapatos ese día, caminaban en la habitación enérgicamente para escapar de la realidad de que su corazón se estaba desgarrando, se estaba ajando y ella sentía como una mano deshojaba las páginas del libro de su historia y las rompía en mil pedazos. Cada corte un incompleto, cada pedazo una fracción. Amanda tenia la sensación de que las paredes querían tragarla, que el empapelado de enredadera empezaba a crecer y a extenderse hasta ella para asfixiarla. Amanda sentía su piel derretirse y sudar porque el dolor la descomponía en curvas diagonales, su respiración era intensa y su rostro hermoso se confundía entre el de una niña y el de una anciana. En el escote de su blusa blanca con detalles de piqué se podía ver como sus latidos galopaban como caballos que venían a salvarla, o nada más huyendo de la catástrofe, tratando de rescatarse a ella misma del caudal de ese río de angustia que venia para tragarla y terminar con ella en un solo grito al unísono el dolor de su amor. Y así fue como sus piernas comenzaron a atrofiarse y su cintura empezó menguar juntando su cabeza a sus rodillas hasta quedar en una posición fetal, un espiral en el medio del piso lustroso. Desde el techo se apreciaba mejor, como Amanda parecía que se hacia cada vez más pequeñita, cada vez más diminuta. Su posición era tanto de muerte como de nacimiento. Como si volviera al mismo sitio de donde vino. Como si ese fuese el fin de las fotos con su madre cuando la cargaba en brazos el día que nació. Justamente así parecía alejarse y hundirse en el infinito su cuerpo dando vueltas en el lugar, volviéndose la mezcla un remolino rojo sangre, la materia dejaba la forma y el espacio para convertirse, Amanda en un fondo negro un oscuro y profundo carmesí.

1 comentario:

  1. Hola. Buscando "oscuro y profundo" en google caí acá.
    En un lugar rosado con brillos por fuera y adentro si, profundo y oscuro, ahora le agregamos carmesí y obtenemos un corazón gualá.
    Eso, paseos absurdos por un mundo virtual, que no deja de ser real, que conecta seres en puntos distantes de una forma profunda y oscura, a través de bits, como el espacio mismo, ese vacío inmenso plagado de partículas interactuando como microbolas de pool, tic-tac, unos y ceros, si o no. Todas las cuerdas de procesos cósmicos entrelazandosé para formar algo oscuro, profundo y carmesí, un corazón reflejo de la inmensidad en la que estamos viajando, corazón cómplice de las historias que cabalgan sobre rayos de luz para entrechocar en las profundas densidades de la materia, creando pulsiones como olas espiraladas sobre una nueva playa, un latido, recrea el universo.

    Wo, todo ese flash, propagado por un primer latido impulso, cuando ocurrió una paulatina sincronización de los básicos instintos sexuales (despertados por una foto en miniatura de tu cara!) con las más complejas maquinarias de encantamiento intelectual a medida que te iba leyendo.

    Interesante como funciona la máquina, frente a una posibilidad tan remota como la de llegar a conocer a alguien y crear algo nuevo se despiertan complejas formas de imaginación.
    Líbido líbido cuanto poder para la imaginación!
    El amor es una complejización de los instintos más básicos que a su vez acompleja nuestras formas de estructurar la mente, complejidad que nos hace capaces de crear complejos sistemas en los cuales coexistir.
    ¿Será que la organización compleja en la que se desenvuelve la humanidad creó el amor o el amor empujó a la complejización de los sistemas?
    ¿Es el amor el primer impulso al vacío, al abismo, al desorden fuera de la estaticidad?
    Quizás sea el amor lo que empuja y el miedo lo que estructura!
    ¿Que entrelaza las partículas en tan diversas formas, llamese una mosca o un cúmulo de gases? Atracción-repulsión, si-no.
    Pero, la complejidad de las estructuraciones es lo que llama la atención.
    ¿Es cada vez más compleja? ¿Es nuestra razón más compleja que la de una abeja? ¿O es una cuestión de escalas?
    Dios podría resolver todo, pero trunca la imaginación y fastidia el entusiamo de crear nuevas soluciones, suerte que ya no lo necesitamos para darnos cuenta que pasos nos conviene dar, los abismos se abren a cada lado del camino.

    Voy a seguir entrelazando pensamientos por fuera, hay que adaptarse a la complejización de los tiempos, vió, bueno, todavía no es obligatorio pero la redución del espacio vital compartido y la producción de alimento va a ir empujando. Gracias a tus encantos me explayé por acá, lo que debería haber sido un chamuyo para traer a la realidad las ganas de conocerte y darte matraca se fue por las ramas. ajaja
    Un saludo! Vamos a tomar un café un día?

    (parece que el amor dentro no me quiere dar respiro y me empuja al vacío de la soledad, el patio infinito donde juega a crear)


    Escucha a tu corazón y continuá creando, cada persona es un universo paralelo, se vos
    nomás.
    Adieu.
    tut tut tut tut

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